Mujerón
Quiero aprender a desaprender. A mirar con valor lo que es verdaderamente importante, a no darle mi admiración a cualquiera. Quiero aprender a aplaudir lo que no es aplaudido, a que lo "ordinario" sea extraordinario, porque siendo sinceros lo es.
En el último año, me ando cuestionando todo. A quiénes sigo en redes, por qué los sigo, por qué me gustan, a quiénes admiro de verdad y a quiénes sigo solo porque me resultan aspiracionales pero no de la aspiración buena, si no de las aspiración acompañada de ligera vanidad, ostentación y falsa inspiración. Las personas se han vuelto productos, están en vitrinas virtuales vendiendo sus vidas.
Vemos a la chica regia en Instagram y a menudo pensamos "¡Es un mujerón!". Lo hacemos más de lo que nos damos cuenta. Usualmente con estereotipos. Así que hoy, redefino "mujerón" hacia lo que se acerca más a mi ideal de esta palabra.
Mujerón, mi abuela. Ama de casa, la pasó mal un tiempo pero no dejó que los malos momentos la definieran. Mala cocinera, excelente apapachadora. Con los labios siempre rojo Pimienta Caliente. Crió mujeres fuertes, y en el camino ella misma se empoderó y disfrutó su vida hasta el final.
Mujerón, mi mamá. Quedó embarazada a los 19, viuda a los 23. Siempre con los pies en la tierra; sin embargo, sueña (y vive) en grande, como si confiara tanto en la vida que la vida se encarga de devolverle esa confianza. Me la contagia a diario. Mujerón que cuando me caigo no me da la mano para levantarme, se tira conmigo al suelo para entender mi perspectiva y desde ahí levantarnos juntas las dos.
Mujerón, Joanna. Que alguna vez perdió de foco su valor, y que se tiene que recordar a diario lo grandiosa que es, y esa es su mayor recompensa: Recordarlo todos los días, reconocerse todos los días. Contadas las personas que admiro y respeto tanto como a ella. Se transforma constantemente, hace lo que tiene que hacer, pelea por ella misma con uñas y dientes.
Mujerón, mis amigas madres. Las que dividen su tiempo entre el trabajo y la casa, y las que están 100% en casa. Cada una más admirable que la otra, plantarse en sus ideales requiere valor así los demás no los entiendan.
Mujerón, las mujeres con algo más que selfies en sus feeds porque sus vidas son más que sus caras bonitas y que comparten todo lo que representan para el mundo.
Mujerón, mis amigas voluntarias. Dedicadas durante años a entregar amor, paciencia, tiempo y recursos a niños que no son suyos, pero que están convencidas que hay algo más grande que ellas mismas y viven con propósito.
Mujerón, mis amigas con depresión y ansiedad. Las que tienen una lucha diaria, en la que las victorias a veces son levantarse de la cama y funcionar.
Redefiniendo, me doy cuenta que "mujerón" es real, es alcanzable, que estoy rodeada de ellas, que yo soy una. Que tú eres una. ¿Quiénes son los mujerones de tu vida? Hónralas.